martes, 20 de mayo de 2008

El Mundo al Revés

Un tema recurrente en la musicología infantil es el mundo al revés. Aún recuerdo vivazmente canciones que hablaban de un mundo al revés, donde los monstruos eran buenos y los príncipes infames. Debido acaso a esta insistencia parvularia a algunos adultos les ha quedado dando vueltas el tema del mundo al revés. En mi caso, siempre me he preguntado si la mera posibilidad conceptual tiene sentido. Hasta algunos días atrás cuando estando en un partido de Baseball en el estadio de los Mets de NY (señal inequívoca de mi “agringamiento”, según mis críticos nacionalistas) creí haber encontrado una respuesta: el mundo al revés no sólo es conceptualmente posible sino que real, aquí y ahora.

Ocurrió que estaba sentado justo en el área de la tribuna que se encuentra detrás de “home”, que es donde se paran el árbitro, el catcher, y el bateador. El pitcher (que lanza la pelota) se para justo en frente a esos tres a unos 10 metros aproximadamente. El bateador se para a un costado de “home” (dependiendo si es diestro o zurdo) con el catcher y el árbitro detrás a esperar que el pitcher le lance la pelota y tratar de pegarle con el bat tan fuerte como pueda. Estando así viendo el partido, vino el turno de un bateador zurdo que naturalmente se paró del lado derecho de “home” (desde mi perspectiva) con el bat sobre su hombro izquierdo enfrentando así a todos los jugadores del equipo contrario. En ese instante en que el bateador espera el lanzamiento del pitcher descubrí un hecho revelador: que ese bateador experimenta el partido de manera geométricamente inversa a como lo experimentan los bateadores derechos. De manera más técnica: si en ese instante hiciéramos una traslación “espejo” de todos los jugadores que están en el campo respecto del eje visual del bateador su experiencia sería idéntica a la de un bateador derecho. Esto me llevó a concluir que el bateador zurdo ve y vive el partido al revés.

La tentación de extender el precepto más allá del mero partido de baseball fue inevitable. Comencé por mi ámbito inmediato: el público. Me di cuenta que el tipo zurdo que estaba sentado junto a mí comiendo un hotdog experimentaría el partido exactamente igual que yo, diestro, comiendo mi hotdog, si hiciéramos una traslación “espejo” de su campo visual. Continúe reflexionando sobre cómo ese mismo individuo (o el jugador zurdo) experimentaría el viaje del estadio a su casa en el auto después del partido. Me intrigó el hecho que él experimentaría el manejo de su auto de la misma manera que yo experimentaría el manejo de mi auto si estuviera en Londres en vez de Nueva York (excepto que yo ando en metro, claro). Terminé por concluir con asombro que el hecho tan pedestre de ser zurdo o diestro determina asimetrías profundas en la forma como uno experimenta el mundo.

Terminaré con algunas consideraciones relevantes que el razonamiento anterior omite. Primero, el hecho metafísico que en el mejor de los casos ser zurdo hace que uno experimente el mundo al revés, no que exista un mundo al revés. Segundo, que “al revés” es un concepto relativo, esto es, que depende de un eje de simetría. Un mundo puede ser al revés respecto de cualquier eje que uno quiera tomar como referencia. Así el mundo al revés de que yo hablo es geométricamente al revés, pero podría haber un mundo al revés respecto de los colores rojo/verde (donde los semáforos estarían al revés) o moralmente al revés donde los buenos son malos y los malos buenos—como dicen las canciones infantiles. En tercer lugar, ser zurdo o diestro no altera, hasta donde yo sé, la organización biológica interna. En consecuencia, los zurdos siguen teniendo, por ejemplo, el corazón al lado izquierdo. Esto debilita levemente la tesis pues zurdos y diestros sienten los latidos del corazón al mismo lado o les duele el hígado al mismo lado después de un carrete desenfrenado. Aún así, asumo que éstas son circunstancias menores al lado de la percepción del mundo exterior.

Sin embargo, lo que no es despreciable y donde la tesis definitivamente falla es en el cruce de los mundos experienciales de zurdos y diestros: cruces de mundos fuerzan rupturas de la simetría. Los más notorios son las necesarias convenciones geométricas que rigen nuestra realidad social. La escritura es un buen ejemplo. Cuando uno escribe a mano, lo hace desde izquierda a derecha por convención. Así, el zurdo experimenta la escritura situando su brazo de manera que no cubre el espacio sobre el que va escribiendo mientras que el diestro sí lo va cubriendo. Las letras van apareciendo justo debajo de la mano del zurdo a diferencia del derecho. En consecuencia, si hiciéramos una traslación “espejo” del campo visual del zurdo, las letras empezarían a aparecer no debajo de la mano sino a un lado como le ocurre al derecho. Pero dada la mecánica de escritura del zurdo esto implicaría que las letras tendrían que aparecer antes que las escriba lo cual no ocurre al derecho (y probablemente viola las leyes del orden físico). En conclusión, la experiencia del zurdo no sería la misma bajo traslación “espejo.”

Estas consideraciones suponen una reivindicación sólo parcial de la mitología parvularia, pero bueno, es lo que hay.

6 comentarios:

noib dijo...

este es quizás el post más filosófico-citadino que te conozco hasta ahora. está entretenido y a su vez es exigente; hay que imaginar las traslaciones espejo, el baseball, Nueva York y Londres!! sin duda un tremendo gasto energético cerebral.

otra cosa que me gusta de los filósofos, es la especulación lógica, y bueno, el profesor Bulnes es un master del asunto.

consideraciones de los mundos perceptuales relativos:

hace un tiempo atrás, unos años en realidad, un ex miembro de la LNGCh tenía la idea de hacer el efecto espejo. onda una pieza que aparentemente tuviera un espejo, pero lo que en realidad acontecía, era una imagen especular real de la pieza. lo interesante es que uno podía experimentar "estar dentro del espejo". bueno nunca se concretó por lo difícil de su realización.

otra comentario va dirigidoal mundo de los zurdos. si mal no recuerdo, los hebreos escriben como derechos pero en el mundo zurdo. por eso lo hacen de derecha a izquierda y lo leen tal cual. según wiki que fue tomado de los fenicios, lo que hace que el fundador de ese alfabeto, fuera supuestamente zurdo. aunque no haya sido así, pensarlo deja un tinte poético en favor del mundo zurdo queme parece notable. si al final lo único q importa es la poesía fenomenológica.
en todo caso a nosotros nos parece al revés, pero como dice Coolness, depende desde donde se mire.

y para terminar, me gustaría preguntarle al profesor fredes si podría darnos un comentario al respecto del dolor de los órganos, ya que el profesor bulnes lo menciona... "el dolor de hígado luego de una tomatera infernal".

saludos terricolas

Anónimo dijo...

al parecer no hay postcolmbinos a la vista

Hans dijo...

Extraña manera de ver una juego de baseball Prof. Coolness (que, la verdad sea dicha, no podi ser tan gringo). Aunque no comparto la experiencia infantil de los mundos al revés, me pareció entretenido e interesante el ejercicio de imaginar y tratar de desenvolverse de la mejor manera posible a medida que uno avanzaba en la lectura del post, porque, como dice el Prof. Dr. Major Tom, exige que el lector esté atento.
El mundo perceptual de los zurdos con respecto a los diestros no me parece tan distinto (al menos el visual)sin embargo, es bastante probable que en la dimensión motora o efectora del comportamiento existan diferencias en cuanto a preferencias en los cambios posturales frente a ciertos "eventos" que interrumpan el camino, por ejemplo. Así como en el Reino Unido, Japón y Australasia entre otros, al enfrentarse con alguien o algo en el camino, lo común es elegir la izquierda; la pista lenta en las escaleras mecánicas es la izquierda, etc. Mientras que en el resto ocurre efectivamente, al revés. Ahora, esto no quiere decir de ninguna manera que sean comportamientos estáticos, no pretendo ser así de absolutista (si lo soy con el vodka)uno puede manejar ambos tipos de reacciones dependiendo de dónde se encuentre y con un tiempo de entrenamiento, pero, siempre aflora primero el propio...
Otra propuesta de los mundos al revés entre izquierda y derecha ha venido ocurriendo desde hace tiempo... pero cada vez se hacen menos diferenciables entre ellos...

Buen cuento Profesor!

Anónimo dijo...

guena geraldo!!

ffredes dijo...

Tal como el Dr. Janz no tengo en la memoria la mitología parvularia, pero al leer el ensayo inmediatamente se me vino a la cabeza la idea de la subciudad que una vez me comentó el profesor T.O.M. Esta ciudad bajo la cuidad sólo se revela cuando el asfalto se transparenta humedecido nocturnamente por la lluvia. Para nuestra fortuna, Santiago recibió (y sigue recibiendo) el meado de dios estos últimos dias, dejando la ventana abierta a este mundo melancólicamente invertido.
Por otro lado está la onda científica de lo que está al revés.
empezando por la imagen que se genera en la retina (o cualquier cámara), que es el mundo literalmente al revés; naturalmente el uso de anteojos con prismas que invierten el campo visual, te invierten el mundo, sin embargo el mundo vuelve al derecho luego de un uso crónico de dichos prismas. La explicación a este fenómeno es que el mundo perceptual se construye SIEMPRE en relación a un aprendizaje motor, a una retroalimentación positiva entre percepción sensorial y movimiento.
Acerca del dolor de órganos; personalmente nunca he sentido dolor de hígado, pero si de guatita.

Hans dijo...

Los órganos no duelen...duele la musculatura abdominal correspondiente al "segmento", se llama dolor referido y ocurre por la inervación de los musculos correspondientes (que si tienen receptores de dolor) por colaterales de las fibras nerviosas que inervan dichos órganos.
Los otros órganos son de tubos o eléctricos y se tocan con las manos...a veces duele escucharlos... pero ellos tampoco duelen en sí mismos...