Hace algún tiempo me he venido haciendo la misma pregunta: por qué todo el mundo quiere tener una pareja, hijos, digamos, “establecerse”? Yo quiero o he querido—lo admito. He sentido ese extraño aunque desapercibido empuje que nos lleva a mirar, pasarse rollos, imaginarse una relación duradera, etc. Es ese empuje determinado biológicamente? Imagino que nuestros queridos biólogos dirán que sí. Después de todo, ellos tienden a ver el mundo desde la biología y seguro que la mayor parte de lo que nos pasa tiene un correlato biológico. Pero hago la pregunta en un sentido más experiencial y psicológico. Ciertamente que todos tenemos un empuje biológico sexual que nos lleva a buscar forma de satisfacerlo. Incluso aceptaría que todos tenemos un empuje biológico emocional que nos lleva a buscar afecto. Sin embargo, estos empujes podrían fácilmente satisfacerse sin tener pareja ni familia ni nada. Una persona soltera puede satisfacer el primer empuje con aventurillas cortas y superficiales, sin compromiso ni atados. (Ahhh, que fácil es la vida así.) El segundo empuje, el emocional, podría satisfacerse con amigos, hermanos, etc. Esto me hace pensar que hay algo psicológico en el empuje descarnado que todos tenemos a buscar pareja e hijos, en fin, establecerse. Qué ocurre en nuestra psicología que necesitamos tener una pareja, hijos, etc?
Después de reparar durante mucho tiempo sobre esto y sobre mi propio empuje a buscar pareja he llegado a una conclusión esperadamente cliché: la sociedad genera presiones psicológicas para que los individuos busquen establecerse con pareja e hijos. En otras palabras, la vieja tesis de que somos productos culturales. Pero por otro lado, surge la pregunta de si uno debiera rebelarse frente a estas normas sociales, sacarse la mochila y ser “libre”—como dicen los estudiantes de sociología. Si uno es medianamente agudo, contemplará la posibilidad de que este tipo de presiones sociales tenga una base evolutiva. La selección natural actúa sobre las especies (no sobre los individuos) y no sería raro que su grandiosa sabiduría haya seleccionado individuos que tienden a confundir el amor de pareja con el sexo (para ponerlo de una manera que enoje a nuestros amigos anti-adaptacionistas). Si esto es así, la pregunta aún no queda resuelta pues podría ser que quizá valiera la pena rebelarse a la selección natural. Quizá es mejor para la especie que seamos seres confundidos e infelices—pero no mejor para los individuos. Quizá tenga sentido sacarse la mochila y vivir de manera inmoral y desapegada de las normas sociales.
Imagino una sociedad utópica e inalcanzable donde los seres humanos han abolido la familia. Somos todos individuos autónomos. Tenemos sexo unos con otros y existe una institución del estado que cría a los niños. De este modo, al mismo tiempo, todos los niños reciben la misma educación, salen al mundo con igualdad de oportunidades a los 18 años, y dejan que los grandes se concentren en hacer el amor y trabajar. A diferencia de todas las sociedades conocidas, esta sociedad utópica sería justa y eficiente, aunque inmoral. Pero lo que es moral para uno es beatería para otro.
En este momento de mi vida soy feliz. No tengo pareja ni la necesito. Más importante incluso, dejó de importarme que los demás sepan que no tengo pareja ni la necesito. Habré derrotado al empuje evolutivo y las normas sociales? Parece improbable. Qué pasó entonces? Estaré auto-engañándome o me habré convertido en un inmoral jovial? Agradezco cualquier iluminación.
9 comentarios:
paré que usted lleva más tiempo en el weeo que yo. me refiero a esta opción del individuo. quizás yo todavía me dejo llevar por el asunto sociocultural y crea en la familia. en definitiva estoy de acuerdo contigo "en la encrucijada" del individuo versus la familia, un tema candente entre los nuestros.
la razón por la cual a esta edad todos se casan y todos quieren tener hijos, es en gran parte por un rollo sociocultural como bien dices.
eso tb ocurre con la onda homosexual, donde a lo largo de la historia ha pasado por un sinnúmero de volteretas socioculturales dependiendo de la "ONDA" del momento.
desafortunadamente la carrera del académico no se presta mucho pa la onda familiar. abundan los separados, y no sólo una vez sino varias. las cagás entre uno y otro son el pan de cada día; los jefes con las alumnas, los alumnos con las jefas...suma y sigue. está claro que si no fuéramos menos del 1% la onda emocional académica sería moda, y quizás un estilo sociocultural. lamentablemente sólo nos alcanza para ser un poco "fric".
y algo me recordó el pasaje donde te gustaría tirar y trabajar y que el estado crie a los niños y la educación sea igual para todos(como en el slogan de Lagos en su campaña"crecer con igualdad") al libro "un mundo feliz" de Huxley, donde si no me equivoco el asunteque andaba por esos lares que tú anhelas.
me pareció una reflexión madura pero desgarradora a la vez, con una tranquiliadad y paz interior admirable. Se parece un poco en el estilo al tema de los Cure "Disintegration", en el sentido de cantar las cosas (pam pam vino vino) que nos aquejan en lo profundo, sacarlas, y así liberarnos. quizás el profesor Hans esté en completo desacuerdo conmigo, pero de eso se trata esto.
me gustó.
MMmmm... Esta vez si que le diste en el clavo Matias. Un punto algido de inflexion en nuestras vidas, en la vida del que se decide por la academia...en la vida del que se decide por la libertad (en un sentido creativo de la palabra)haciendo caso omiso de los patrones socioculturales impuestos desde tanto tiempo ya por la iglesia catolica... la libertad de decidir el curso de tu vida, la libertad de pensar, de hacer... No digo que la familia sea una prision... pero seria una irresponsabilidad tremenda disponerse a armar una familia, con todo lo que eso conlleva, y dedicarse de igual manera a la vida que uno eligio por pasion y "demases" atractivos o lanzarse a las mismas aventuras que uno desea hacer o que puede planearlas y realizarlas estando soltero o emparejado "light"...digamos, pololeando o algo asi.
Mi posicion personal es elegir la responsabilidad de hacer lo quiero , sin daniar a una esposa y/o hijos... Y me da absolutamente lo mismo lo que piensen de mi. Es cierto que es una postura bastante egoista desde cierto punto de vista... pero por otro lado, la vida hay que disfrutarla...con todos sus delikatessen y todos sus sinsabores...ya que como dice el cliche...es una sola...
Buena reflexion Profesor Bulnes, Un abrazo.
PS: Disculpen los tildes...no se como hacerlos con este teclado.
PS2: De cierta manera es comparable a Disintegration, en el fondo, en la forma, discrepo Profesor Ed.
Un Abrazo PCs!!
me alegra saber que el Profesor Hans discrepa en la forma y no en el fondo.
La familia es claramente una herencia cultural que probablemente se origina por allá lejos, quizás antes del origen del ser humano; y esto pesa papás!!
El señor Maturana propone una teoría de origen del lenguaje, donde el catalizador es la aparición de la receptividad sexual permanente de la hembra (atributo o comportamiento exclusivo de los seres humanos). Esta receptividad permanente genera inevitablemente lazos emocionales en estos homínidos emergentes fundando las bases de lo que conocemos como familia. No quiero entrar en el punto del lenguaje, lo que quiero destacar es que el origen mismo de la familia es muy probablemente más biológico que cultural. Ahora bien, todos los valores que se le atribuyen vienen de la iglesia obviamente, y este empuje o presión sociocultural del que habla Bulnes tiene que ver con aquellos valores. Porque es muy cierto que podemos deshacernos de la carga sexual por medio de relaciones pasajeras, y con esto nos echamos al bolsillo la biología, pero el peso de la sociedad es grande y de alguna manera, aunque no queramos, nos influye. Mi experiencia es de parejas de mediana duración (2 años máximo) y entre medio periodos de soltería de no mas de un año. En estos periodos de soltero nunca quise tener una pareja estable, pero siempre tuve la buena o mala suerte de encontrarme con alguien con quien fuera agradable compartir y que finalmente terminó como mi pareja. Me gusta compartir el mundo con alguien y de pasadita resolver el tema del sexo sin tener que buscarlo (lo cual es muy agradable). Es cierto que surgen problemas a veces y hay que ceder algo de espacio, pero si pones limites a eso las cosas pueden ser bastante agradables e incluso duraderas. En resumen, pienso que hay que sacarse la mochila valórica que es tema aparte de tener pareja o no. Si te acomoda ser soltero toda la vida y tu estilo de vida te hace feliz, la raja. Pero si te sientes bien estando con alguien, también es bueno, sin preguntar tanto; las relaciones se terminan y todos como amigos.
El punto de los hijos es diferente claro, esas relaciones pueden ser hasta la muerte, digo pueden ser, por que la relación de los hombres con los hijos no es sanguínea, de hecho ni si quiera aportamos mitocondrias ni membrana ni citoplasma, un par de genes y eso sería todo. Pero la relación puede ser muy estrecha en términos emocionales también; tener un hijo puede significar una reducción de libertad considerable, y lo peor es que puede ser involuntaria. Porque si tu cariño es tan grande que esa perdida es mínima comparado con lo que ganas, la raja. Pero si sólo sientes obligación social o moral, uuuuu mala onda. Al final esa decisión debe estar lo mas libre posible de carga valórica-social, de modo que no sientas que fue una mala decisión en el futuro y malogres tu vida y la de otros. Y sobre todo, debe ser una decisión no un gol!!
Estimados todos, agradezco los cálidos e iluminadores comentarios. Entiendo q el tema no es sencillo y q todos tienes distintas perspectivas. Creo, sin embargo, q vale la pena reflexionar sobre cuestiones de este tipo para poder entendernos mejor y encontrar aquél balance emocional q a veces es tan esquivo. Mi amigo el Kevin dice q leer al filósofo griego Epicteto (de la escuela estóica) le recuerda a mí. Según está escuela, la raíz de todo el sufrimiento y la infelicidad estaba en la perdida de control sobre nuestras emociones. Para ser felíz, en consecuencia, hay q ser autónomo, autosuficiente. Mi filosofía de vida es tb esa y es parte de lo q trate de expresar en el post. La autonomía de pensamiento y emociones es quizás el camino más seguro hacia la felicidad.
Pero profesor Bulnes, discrepo con vocé; para mi no hay camino hacia la felicidad!, la felicidad es un estado transitorio y circunstancial. un camino posible es elque va hacia la paz y la tranquilidad emocional. el control de las emociones tb me parece un poco ambicioso. estoy de acuerdo en que las emociones cambian a lo largo de la ontogenia. de hecho en estudios que se han hecho del cerebro humano y su ontogenia, se ha observado que el cerebro de un adolescente enfrentado a una tarea compleja donde la emoción juega un rol importante se activa toda la corteza prefrontal (región asociada a las emociones y rasgos sociales). Y cuando se analiza un cerebro de un adulto en el mismo experimento, se observa que sólo se activan ciertas partes de la corteza prefrontal; es decir, la madurez radica en algo como una focalización de la activación neuronal. esto sigue cambiando si se analiza el cerebro de un abuelito.
finalmente, es algo que sucede y depende de la estructura y de su experiencia, pero que inevitablemente se canaliza en la misma dirección; no sé si hay control alguno. aquí volvemos a la pregunta del comienzo respecto de cuanto es lo que podemos controlar voluntariamente...
Controlar las emociones, dificil. Lo que si uno puede desarrolar es la voluntad de seguir adelante a pesar del estado emocional en que se encuentra...tb dificil, pero voluntario en gran medida. La tranquilidad y paz emocional que dice el Profesor V-Z creo yo, es lo mas parecido a la placida felicidad que tanto busca el Profesor estoico Bulnes...
Un abrazo.
...by the way...
Que pasa con Nahj????
Have anybody seen him??
Cheers Mates!!
La verdad, o sea mi verdad como padre, me dice que aunque jamás pensé en mi juventud en tener un hijo, siempre traté de entender por qué mis padres se dieron el trabajo de tener y criar a una tripleta de retoños. Ellos, mis padres, son del sur donde la familia, tal vez en la mayoría de los casos de su época, se ocupa a manera de ayuda económica por decirlo de algún modo, pero ese no fue mi caso y por lo tanto lo descarté de inmediato. Traté por muchos medios hallar una respuesta clara y sencilla, familiares a los que les preguntaba si mis padres se veían enamorados en su juventud, me acerque a sus amigos a consultar si se encontraban felices al nacer sus hijos, y a lo que llegué fue que en realidad no buscaban tener hijos sino cumplir como familia modelo o sea trabajo, casa, HIJOS.
Con esa idea es que crecí y no me lamenté de eso hasta mi adolescencia, porque más que mal para comenzar esa labor tendría que trabajar primero, continuar comprándome una casa para terminar teniendo hijos, lo que estaba fuera de mis posibilidades o de mi alcance. Pero a los 35 años me casé con todas la posibilidades en contra (sin casa, todos diciéndome que no lo hiciera, etc.) y lo que es peor, con la clara idea en la mente de que yo mejoraría esa postura de mis padres que aunque no era mala en su intención, creía que era un poco injusta. Y así tuve un hijo (Apolo Facundo) y nada, digo NADA se compara a la felicidad de verlo reír, a la pena de verlo llorar y todo ese tipo de cosas que sólo como padre se pueden ver y olfatear.
Tengo que decir que me separé y aunque lo de mi hijo no es tema para nada (duda) aún me pregunto por qué me casé.
Este testimonio junto a tu post me obliga a ahondar un poco más en la idea de que hubiera pasado si sólo fuera padre y no un ex marido ¿pensaría igual?....
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