a través de estas palabras, quisiera manifestar que lo que haya sucedido antes, no tiene por qué influenciar lo que ya sucedió, antes.

Y aquí estoy de vuelta. Es casi media noche. Y los automóviles ya no corren. Las luces están tenues. Mis pulmones carcomen el frío. Invernal. Nadie camina. Todo parece desolado. Y presiento el calor circundante. De tu cuerpo. El semáforo está en rojo. Cambió a verde. Luego amarillo. Y de vuelta al rojo. Me siento en la platabanda. El cemento está congelado. Primero apoyo la palma izquierda y luego la derecha. Y se quedan adheridas. No insisto en sacarlas. Un respiro. Y luego un suspiro. Entonces me saco los zapatos. Descubro mi pie derecho. Con la ayuda del otro. De nuevo experiencio la piedra. Que insiste en estar aterida. Mi pie se acopla irrevocablemente. Entonces hago lo mismo. Con el otro. Finalmente me contemplo. Ahí. Entumecido. Ya casi no siento. La luz es tenue. Mi corazón se congela. Y aún Te amo.