domingo, 29 de marzo de 2009

Susupenso

La espera estaba siendo larga y tediosa. Llevaba cerca de 10 horas sin cambiar de posición, sin toser, sin rascarse. El pensamiento de “por qué mierda estoy haciendo esto” se había intensificado de forma exponencial durante las últimas dos horas. Pero en esos minutos de desesperación, recordaba, y una sonrisa codiciosa se dibujaba en su rostro. Sabía exactamente lo que tenía que hacer y, más importante aún, lo que no tenía que hacer: moverse. Cuando lo hiciese debía, además, ser en el minuto justo. En el segundo justo, para ser exactos. Hacía rato había dejado de sentir sus pantorrillas. “¿O ellas han dejado de sentirme a mí?”. No importaba, pero no era bueno, sobretodo si tenía que usarlas a la perfección en algunas horas más. El tiempo no se deslizaba, más bien se colaba lentamente por la pequeña y delgada juntura de maderas que le servía de observatorio. En realidad, esa pequeña redondela de luz y aire era la que lo mantenía vivo en su quietud. “Qué ironía que algo de 2 mm de diámetro pueda resultar tan valioso después de unas horas”. Jamás se le había pasado por la cabeza la idea de sufrir claustrofobia. “Chucha….y si resulta que tengo esa weá”. A medida que pasaba el tiempo, le comenzaba a preocupar más y más lo que pudiese padecer. “Me ahogo….puta madre, siento que me ahogo”. Pero recordaba, y la sonrisa se dibujaba lentamente. Quieto. Había sabido lo que tenía que hacer sólo un par de semanas atrás, casi por coincidencia. Nunca antes había tenido una determinación más fuerte, más firme. Nunca antes había estado tan quieto. El éxito era seguro. “Pero puta madre, me ahogo. Qué chucha hago acá”. Según su sentido del tiempo, debía faltar poco más de 15 minutos. Pero eso según su sentido del tiempo. Sabía que se daría cuenta cuando fuera el momento, pero no sabía cuánto faltaba. Sintió ruidos a la distancia, sobre el techo. Se le aceleró el pulso. Bastante. Sintió una leve presión en su cabeza. “Puta,¿y si ahora me estoy imaginando los sonidos? Y la cabeza me esta empezando a doler. ¡Quieto!” El nerviosismo estaba empezando a tomar control. No había vuelto a escuchar nada y su ritmo cardíaco sólo iba en aumento. Las venas en la sien comenzaban a marcarse. “Puta, tengo que aguantar, el resto es fácil. Cómo tan mala cuea que me vaya a pasar algo”. Trató de calmarse. Recordó, pero esta vez la sonrisa no se dibujó, se cambió por sudor en todo su cuerpo. “Puta, cómo tanto…” Volvió a sentir un sonido, esta vez más cerca. Se incorporó, y sintió una punzada en el pecho. Supo que era el minuto, que tenía que actuar. La espera, la eterna y tediosa espera, había acabado. Recordó en un segundo lo que tenía que hacer. Recordó, en un segundo, que debía abrir la pequeña puerta; la diminuta redondela de luz pareció hacerse más grande, más larga, más profunda. Recordó lo que había comprado en el almacén, que debía verse con su hermano a las 8, el último polvo que se había pegado, su primer beso, el primer grito de su padre, su primera rasmilladura de rodilla, el primer susto, el primer aire. “Cómo tanto” Exactamente, cómo tanto. Cayó apoyando todo su peso sobre la puerta, la que se abrió justo cuando él se iba.

7 comentarios:

Selma dijo...

lo encontré!!!
me costó pero finalmente lo pillé :D

Ahora a leer

pez dijo...

Primero lo primero, y ahora sí que con todas las de la ley. Muy feliz de tenerlo por aca señor. Weno saber que lo vamos a tener de postcolombino. Ahora el cuento. Me costó comentarlo porque me costó. No es un cuento fácil. Es cien por ciento subjetivo. No sabemos quien es, ni que esta haciendo salvo que espera. El dialogo interno funciona. Los vaivenes de los pensamientos estan buenos porque tiene mucho de ese dialogo interno en tiempo muerto. El final es confuso. Me costó harto. Es más no sé si quieres que quede claro lo que pasa o no. No sé si es exprofeso o accidental. Un buen comienzo oficial Dr. Sirkonio. La pregunta que me surge, es se puede saber que esperaba el tipo, o es parte del suspenso? salutes.

noib dijo...

Bienvenido Dr. Sirkonio. me alegro q haya aceptado la invitación a participar, espero q le saque provecho.
el cuento me parece q funciona, coincido en lo subjetivo del relato, y me parece interesante el diálogo interno. debo reconocer eso sí, q el final está un poco precipitado y eso me genera un poco de confusión.
me gusta la atmósfera oscura q le impregnaste al relato, si tuviera q encasillarte, te pondría más cerca de Pez por la oscuridad: Pez es lejos el PCs más oscuro (para mí, eso es un piropo existencial).

buen comienzo Rod,

un abrazo,

tomás

Matias Bulnes dijo...

El cuento me pareció bien escrito, buen ritmo, bien tratado el contraste de perspectivas. El relato consigue transmitir el nerviosismo y creciente confusión del personaje sin confundir la narración. Técnicamente, un muy buen trabajo. Sin embargo, mi impresión es q el profesor Sirkonio subestimó la evidencia q debía proveer al lector para permitirle reconstruir el contexto. Creo q el cuento falla en ese respecto. Como Pez y Tom, no entendí el desenlace. Me pregunto cuánto me estoy perdiendo por esto.

Con todo, me gusta la mano del profe Sirkonio, sus cuentos me resultan estilísticamente atractivos. Promisoria partida profesor. Bienvenido oficialmente. Saludos.
Bulnes.

Hans. dijo...

...Esteee... No puedo decir que no me gustó, porque sí. En un principio me causó problemas no entender qué era lo que estaba pasando y me ofuscó por un buen rato. Pero luego me pregunté cuán a propósito fue escrito de esa manera. Y me respondí que si era un ejercicio de ese estilo, bueno, le tocaba al lector completar la tarea. Pero si NO fue un ejercicio de misterio y de ocultamiento voluntario de las circunstancias, podemos decir que le faltó gracia al narrador y/o al escritor para dejar ver algo entre la claustrofóbica situación. De todas maneras me gustó la idea. Bienvenido Rodrigo.
Abrazos PCs.

Sirkonio dijo...

Que tal señores. Les agradezco sus comentarios. Les explico un poco. Mi idea siempre fué centrar el relato en el minuto presente del personaje, de forma apretada, casi tratando de que el resto del escenario fuese un detalle. Pero confieso que sí creo que peque de premura en el final. La idea de la muerte pudo haber sido mejor desarrollada, pero lo que más perseguía era perturbar al lector, hacerlo preguntarse, "ya, perfecto, pero que chucha pasa". Me gustó este ejercicio. Feliz de debutar.
Nos leemos PCs.

Matias Bulnes dijo...

Buena dr. Sirkonio, entonces consiguió su objetivo. Buen trabajo. Cheers!!!