domingo, 13 de julio de 2008

Eusomnia (extracto).

[... los ojos. Estaba en una sala de cine de cortinas burdeo. A excepción de ocasionales destellos de luz que producían las siniestras sombras azuladas de cientos de butacas vacías y paredes ensangrentadas, la sala estaba oscura y en la pantalla de lino se proyectaba una muda película en blanco y negro.

Era una toma fija a corta distancia, enfocada sobre una pared pedregosa que alcanzaba un suelo cubierto de grandes cuadrados de cerámica pálida. Una apariencia húmeda, de los calabozos imaginarios, bañaba la toma. De alguna manera, un frío glacial inundó mis sentidos y me erizó los pelos de la nuca cuando vi ingresar en escena un par de piernas que se perdían en borde superior del lino. Me tomó unos instantes darme cuenta qué había provocado esas olas de escalofríos constantes. Pies deformes y calzados de mujer de colores.

El primer pie que ingresaba por la derecha era perfectamente normal. Sin embargo, la armonía de la toma se rompía cuando un pie grotescamente aumentado en tamaño entraba en el encuadre, siguiendo al primero y descansando a su lado por un largo momento, antes de desaparecer hacia la izquierda. Los colores de los zapatos de tacos altos eran tan suaves y pasteles que daba la sensación de que estaban pintadas sobre el monocromo.

La deformación de la procesión de varios pares de piernas, todos de pies grotescos, alcanzaba el efecto alarmante de que la pantalla de lino estaba a punto de reventar sobre una sala de cine que se estiraba, se derretía, palpitaba y se encogía.

De repente la escena cambió. Una pared de un edificio viejo adornada únicamente por una ventana cuadrada sin marcos tomó lugar en la proyección. Los bordes negros de los cuadros de la cinta se podían ver de vez en cuando, se oía en toda la sala el repicar del motor que hizo girar la cinta en que originalmente se había grabado la imagen. El sonido tronaba dentro de mi cabeza. No se veía el contenido detrás del muro y originaba la vertiginosa idea de la ventana a un abismo negro desde donde todas las cosas que guardamos y tememos nos observan atentamente, hastiados del hambre de no poder hacerse realidad.

Oí risotadas agudas desde la primera línea de butacas. En la pantalla se proyectó la imagen de aquella butaca ocupada por una bella actriz conocida. En sus ojos se detectaba ese malicioso orgullo que otorga el poder de lograr dominar los miedos de los hombres y la locura de haber perdido la cordura en el proceso.

Desperté. Espalda mojada de sudor, intenté reorganizar mis recuerdos de este sueño en los primeros minutos de desvelo. El recuerdo deshilvanado de los pies deformes me perturbaba hasta que comencé a caer de nuevo en la pesadez del sueño interrumpido. Me sumergí de cabeza…]

[…podía creerlo, no le había visto en años y ahí estaba, orgulloso por los logros de los 4 hijos de su primer matrimonio. Me molestaba sumamente no poder verle el rostro. Cada vez que giraba o reposicionaba mi cabeza para verle la cara, el lograba situarse cerca de mi para que no pudiese verle los rasgos. Dejé de insistir cuando me hice consciente de que algo malo iba a pasar, y que apretaba en su mano el control remoto. Miré hacia la pantalla, y comencé a ver la película que había traído, donde su segundo hijo había logrado obtener un papel. La pieza comenzó a dar vueltas lentamente alrededor de su brazo apoyado en una columna de marfil, en medio de la sala de estar frente al televisor.

Fue un bautismo de atravesar el ojo de una aguja y toda mi piel quedó atrás, pero a la vez se daba vuelta y quedé completamente invertido. En mi cabeza todas mis ideas fueron empujadas hacia el marco de la ventana oscura sobre una pared de un edificio viejo que se proyectaba ahora sobre la pantalla de la televisión. En el repique de la cinta, y la sucesión de los cuadros de película, mis corduras caían dentro de ese vacío hambriento para ser devoradas por mis monstruosos temores. Perdí el equilibrio por abandono de la fuerza en mis piernas y caí en cámara lenta sobre el suelo. Los gritos de mis amigos se alejaron mientras me volvía sordo y la luz se escapaba de mi vista.

Desperté. Espalda mojada de sudor, aterrado esta vez. Finalmente había encontrado el punto sin retorno. En mis sueños habitaba la otra realidad que amenazaba en convertirse en mi presente y futuro. Lo había visitado muchas veces y tantas otras me había cuestionado sobre si algún día todos esos recuerdos oníricos se volverían reales en el mundo donde escribo este diario.

Me levanté y abrí las cortinas burdeo de mi ventana. La brisa marina me despertó de golpe. Frente al gran vidrio roto de mi ventana, mis ojos viajaron por sobre un Valparaíso monocromo, cubierto de una capa de mercurio opaco, vacío de personas pintadas, y se detuvieron en los monumentales cubos de agua que se alzaban hacia el cielo desde el océano, como el mirar de gotas cuadradas desprendiéndose de lo alto en posición invertida. Los barcos gigantes de la Marina destruidos e izados sobre un hielo metalizado, una vez agua normal, aparentando edificios oceánicos.

Todo rastro de humanidad conocida: borrada o torcida. En las …]


6 comentarios:

Felipe dijo...

Muchas gracias por la invitación a colaborar en PC, es un espacio que agrada por lo variado y mutante.

Un salud porque siga cambiando constantemente conservando su condicion de postcolombinidad y su caótica organización.

Espontaneidad. Un abrazote a tutti frutti

pez dijo...

Saludos al invitado. El delirio onírico de don Felipe, tiene esa febrilidad de pesadilla a medio filo. La batalla de espirales que parecen cuerdas sólo para despertar agotado y con la cabeza a mil revoluciones por minuto. No se bien como fue el tema de los colores, pero al final que la vigilia esté en gris le da un toque menos sólido que el estado de sueño. Eso me gusta. La manera de escribir es de descripción visual, supongo que se parece un poco a como me resulta más fácil de escribir a mí, así que me cuesta criticarla. Encontré en la parte del sueño la narrativa es a ratos confusa, lo cual favorece la sensación onírica. Así que sí es a propósito, pues erselente. salutes.
Onda Lynch la escena digo yo.

ffredes dijo...

Como es un extracto, me faltó algo así como un final que hile el resto del cuento. Así como el Profe Pez, me confundió un poco la parte onírica, pero los sueños, sueños son, como dijo Calderón. Lo de los colores, pienso que el cuento queda mejor así, le da sobriedad y queda perfectamente clara la diferencia de estado de conciencia con las tonalidades de grises. Además leer en color me cansa y distrae del contenido.
Saludos Selenitas!

noib dijo...

es cierto lo del extracto, es sólo una ventana, o una parte d algo q se vislumbra, por lo tanto queda un poco suelto.
como buena pesadilla, la experiencia es terrible. la confusión del relato es total, así q pienso q dicho propósito está muy bien logrado. y debo decir q es cierto lo q dice el prf Pez, en q con los detalles del gris, hace q tome relevancia aquello q debe hacerlo, en este caso, la parte onírica. difícil de leer eso si.

un agrado contar con la gran colaboración del distinguido profesor Medina F.

saludazos

Matias Bulnes dijo...

Me discuplo por no haber comentado antes pero con todas las idas y venidas, y como finalmente publicaron el post mas abajo q el ultimo, no me di cuenta q estaba disponible.

El cuento mismo me parecio interesante. Presentarlo como extracto es un recurso original y util pero concuerdo con los comentarios anteriores q hay q tener cuidado de no perder la cohesion del relato.

Gracias porfe Medina por su valiosa contribucion.

PD: De los colores o no colores la a mi me da igual.

Hans dijo...

Delirantes sueños-verdaderos los del profesor Mediano. Me gustó harto la idea del extracto, sobre todo porque comienza y termina con frases cortadas.
Es cierto que cuesta leer los parrafos que son sueños... y concuerdo con Pez en que favorece la sensación onírica.
Me gustó también el hecho de que los sueños fuesen o tuviesen que ver con películas, que sueños plasmados es celuloide...es una linda metáfora, creo.
Qué onda con los pies deformes?, es un fetiche extraño aquel, jaja.
El tema del color, ya no es tema para mí. Un Abrazo Prof. Mediano. Nos vemos pronto.
Abrazos y NaCl-U2 PCs.